Críamos con alma, trabajamos con raíces
Somos una familia ganadera con los pies en el campo y la mirada en el futuro. Críamos ganado retinto con respeto, paciencia y mucho oficio. Aquí no hay atajos: cada animal vive libre, con espacio y buen trato.

¿Cómo empezó todo?
Todo empezó con una pasión heredada. Pablo, siguiendo el legado familiar, decidió hacer las cosas a su manera: con mimo, cercanía y carne de verdad.
Hoy, seguimos trabajando con la misma idea: hacer las cosas bien, desde la finca hasta tu pedido.

Vendemos lo que criamos
No compramos ni revendemos. Todo lo que ves en la tienda viene de nuestra propia finca.
Nuestro compromiso
Nuestro trabajo tiene sentido porque creemos en esto:
Criamos sin prisas, con libertad y respeto desde el primer día hasta el último.
No hay secretos: te contamos todo, desde cómo criamos hasta cómo preparamos cada pedido.
La calidad no se improvisa: el entorno, la alimentación y el cuidado marcan la diferencia.